César Martínez de las divisiones formativas del Cuenca, no siente apoyo y da un paso al costado
Desde el asiento número 84 del Palco del Estadio Alejandro Serrano Aguilar, César Martínez seguirá apoyando al Deportivo Cuenca como socio que es del club. El lunes de esta semana presentó, al directorio, su renuncia irrevocable al no contar con el apoyo económico para desarrollar aún más el trabajo en las divisiones formativas.
“Se dice que hay apoyo, pero si usted averigua se debe varios meses a los entrenadores, ya estamos en febrero y aún no se les puede solucionar”, indicó Martínez y recalcó que si asumió la responsabilidad de coordinar las formativas fue para contribuir con su experiencia desde lo dirigencial más no con el propósito de sacar dinero de su propio bolsillo para financiarlas.
No es la única razón la que le motivó dar un paso al costado. Demostrando frontalidad, como ha sido su característica, dijo que su renuncia también tiene de fondo su desacuerdo con la forma cómo maneja el club el directorio, sin especificar nombres.
¿El manejo sería desde lo administrativo? “Es un enfoque general”, dijo y anticipó que el club corre un gran riesgo porque aún no sale de terapia intensiva pero con el afán de salir campeones se amplió la nómina de jugadores y, en consecuencia, los costos.
“Se pudo mantener la línea, que no la impuso (Luis) Soler, sino la que quería el club. Tener un plantel de 20-22 jugadores profesionales y sumar chicos de las formativas. Así hemos venido jugando y ha dado resultado ya que se ha podido vender jugadores”.
Martínez forma parte de los socios fundadores del club y si de algo dijo sentirse orgulloso es que nunca dejó de adquirir el carné de socio incluso cuando formó parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol y de la Asociación de Fútbol del Azuay.
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