La situación se volvió insostenible para el profesor Guillermo Rivarola. Más allá de la idea futbolística que impregnó en el plantel, el mismo estratega recalcó que los números le obligaron a dar un paso al costado. Hace dos meses y veinte días arribó al país con la ilusión de encaminar al equipo a su segunda estrella dorada, objetivo que ofreció la actual directiva durante su campaña para tomar las riendas del club en los próximos cuatro años.
Rivarola le deja al Deportivo Cuenca en el sótano de la tabla con ocho puntos de 36 en juego y con la valla más vencida del torneo (24 goles) merced a la falta de fortaleza en el sistema defensivo. En 12 partidos ganó uno, empató cinco y perdió seis.
De local alcanzó un 38% de efectividad, siete puntos en seis partidos (un triunfo, cuatro empates y una derrota). De visitante logró un 5,5% de efectividad, un punto en seis cotejos (un empate y cinco derrotas). En su periodo debutaron en el balompié profesional los juveniles Joffre Escobar, Enrique Quishpe y Jerry León, además del cuencano Nicolás Abril.
