Los rojos están en la obligación de sumar los tres puntos, puesto que por ahora son penúltimos con 28 puntos y están en zona de descenso. Por su parte la Católica se mantiene en el medio de la tabla con 37 puntos.
Eduardo Morante por desgarro muscular y Jefferson Hurtado, por decisión técnica no formaron parte de la práctica y definitivamente no estarán para el partido de mañana. El primero, por lesión y el segundo recibió la baja al plantel de reservas, aunque se conoció que el defensa podría rescindir su contrato. Ayer, ambos elementos estaban en el escenario deportivo, pero sin el uniforme de entrenamiento.
Con dichas novedades y ante las bajas de tres jugadores más por expulsiones, Elvis Bone, Rodrigo Mieres y Hugo Bargas, el estratega de los morlacos, Guillermo Duró busca las alternativas para armar un equipo que sea capaz de alcanzar el triunfo ante la chatolei, plantel dirigido por Luis Gustavo Soler, exentrenador de los morlacos.
Ayer, el Cuenca cumplió con fútbol, pero la sesión fue a puertas cerradas. Los del primer plantel morlaco volverán a los entrenamientos hoy en el complejo de Patamarca y a partir del medio día los 18 escogidos por Duró se concentrarán en el mismo complejo para el partido de mañana.
En cuanto al conjunto dirigido por el argentino Soler, arribará hoy a esta ciudad, se hospedará en uno de los hoteles de la ciudad y quedará listo para medir al Cuenca; tras el cotejo de mañana, los católicos retornarán el sábado a Quito, entrenarán el domingo y el lunes emprenderán el viaje a Chile para, el miércoles disputar el cotejo de los octavos de final de la Copa Sudamericana ante el Huachipato. La Universidad Católica accedió a esta fase tras dejar en el camino al Deportivo Anzoátegui de Venezuela, en penales.