La posición en el tablero no favorece al Deportivo Cuenca, en lo que va del torneo sólo ha conseguido una victoria de local ante El Nacional en la fecha ocho, de ahí que hoy es importante que el expreso austral busque los tres puntos ante el Barcelona, en un partido que genera gran expectativa.
Desde ayer se venden los boletos en las ventanillas del estadio Alejandro Serrano Aguilar. La afluencia de público no fue como en ocasiones anteriores cuando éstos dos elencos se enfrentaban; la realidad que viven tanto morlacos como toreros afecta. Sin embargo, la dirigencia del equipo rojo espera una asistencia masiva al escenario deportivo. Pedro Peña, gerente del club colorado, se mostró optimista de la cantidad de público que llegará al estadio cuencano.
“La expectativa siempre es positiva con nuestra hinchada, sabemos que no estamos pasando por un buen momento y el resultado del miércoles pasado no ayuda, pero confiamos que hoy la fanaticada cuencana acompañará”, enfatizó el dirigente.
Ayer los rojos practicaron a puertas cerradas en el estadio Alejandro Serrano Aguilar; allí el técnico Alex Aguinaga definió el equipo que saltará al césped del estadio cuencano, desde las 11:30, para medir al ídolo del país. Todo indica que en el ataque estará el goleador Carlos Garcés, el resto del plantel será el mismo que jugó ante Emelec el miércoles anterior.
Hoy, desde las 08:30 se venderán las entradas en el estadio y las puertas se abrirán a esa misma hora. E
n lo que se refiere al plan de seguridad, Peña indicó que el lunes anterior se reunieron para coordinar las acciones a tomar. Se cerrarán las calles aledañas al estadio desde las 07:00, mientras que los buses que traen a los hinchas del Barcelona se ubicarán en la antigua Jefatura de tránsito, en la calle Tadeo Torres y avenida Fray Vicente Solano, y desde ahí serán escoltados por la policía hasta el estadio.
Ayer en horas de la noche, el cuadro de Barcelona arribó al aeropuerto Mariscal Lamar, ante una gran cantidad de hinchas que recibieron al equipo que ocupa la sexta casilla en el tablero. A Rubén Israel, técnico torero, se le termina su contrato en el mes de junio.
