Después de la “crisis convulsiva única” que tuvo durante un entrenamiento en el complejo de Patamarca, Ronaldo Johnson dio un nuevo rumbo a su vida. Además de dar prioridad a la alimentación, medicación y descanso no deja de agradecer a Dios por cada día de vida y por permitirle jugar al fútbol con el que intenta sacar adelante a su familia.
Tiene 21 años y un futuro promisorio como lateral zurdo aunque en las inferiores del Deportivo Cuenca destacó por ser un volante con gol. “Gracias a Dios no pasó de un susto, ahora me cuido más. Normalmente entrenamos a las 09:00, trato de levantarme todos los días a las 07:00 para reforzar el desayuno y venir a dar lo mejor en los entrenamientos”.
Fue su tío Polo Wila, actual aporte de Fuerza Amarilla, quien le llevó a las canteras del Club cuando tenía 12 años. Pasó el tiempo y decidió dejar los estudios para ser un futbolista profesional. Estaba por cursar el cuarto año en el colegio César Dávila. Su hermano Nixon (17 años) seguía sus pasos pero prefirió las aulas.
“Me retiré por cuestiones de la vida, por tratar que mis padres vivan bien y que estén un poco más cómodos”, dice Ronaldo tras revelar lo que hizo con los USD 30 que recibió como primer sueldo cuando estaba aún en las inferiores.
“Salté de alegría y se lo di a mi mamá para los alimentos. Ese día fue inolvidable, la mesa estaba llena y mi familia contenta porque me iban a pagar en el Cuenca”.
Hoy todo su esfuerzo está enfocado en tener casa propia, uno de los más grandes anhelos de sus padres, Lorenzo Johnson y Jazmín Mina, oriundos de San Lorenzo pero radicados en Cuenca desde hace algunos años. Lorenzo trabaja en una empresa privada. Jazmín es ama de casa y la adoración de Ronaldo quien incluso lleva su nombre en un tatuaje sobre el antebrazo izquierdo.
Cerca del nombre adornado entre dos rosas se tatuó también una frase bíblica luego que su tía y abuela fallecieran a semana seguida. “Nuestro Dios es poderoso para hacer las cosas más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”.
No es un asiduo lector de la Biblia pero “me gusta leer para expresarme mejor”. Recién adquirió la obra de Gabriel García Márquez: Cien años de Soledad. “Lo vi y me gustó. Ahora le estoy cogiendo el golpe”.
Una de sus características es la alegría que irradia en todo momento aunque no siempre fue así. “En las inferiores era muy rabioso, con el paso de los días me fui contagiando de alegría. Comprendí que hay que sonreírle a la vida, si uno pasa amargado nada le va a salir bien”. Un cuatro de enero del 2013 es una fecha especial para Johnson. Fue su primera convocatoria a entrenar con el plantel profesional. Al año siguiente ya jugó en Primera División 20 partidos y marcó dos goles. En el 2015, luego de jugar cuatro partidos fue cedido al Gualaceo SC en el que participó en 20 juegos y anotó un gol. Esta temporada lleva 10 partidos.
A Hamilton Piedra lo estima como a un hermano. “Es una de las personas que siempre confió y sigue confiando en mí. Eso me impulsa cada día a seguir mejorando y con la esperanza de jugar en el extranjero y llegar a la selección nacional”.
Entrenamiento
Ronaldo ya entrenó ayer a la par de sus compañeros y podría ser una alternativa para ocupar la banda izquierda en lugar de Galo Corozo para el partido de este viernes frente a Universidad Católica. Dependerá del profesor Álex Aguinaga quien también cuenta con Roberto Luzarraga para ocupar esa posición. Hoy en plantel entrenará en el complejo de Patamarca a partir de las 09:00.
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