Sencillo, tranquilo y concentrado. En su casa prima el orden y el silencio. Junto a su hermano menor almuerzan, por la tarde va al gimnasio y por las noches agarra su computadora, unos libros y revisa las tareas que los profesores han subido al portal virtual.
Silvio Gutiérrez, carrilero izquierdo del Deportivo Cuenca, entrena por las mañanas bajo las órdenes del estratega Álex Aguinaga, en el complejo de Patamarca, pensando en ganarse un puesto en el equipo titular para el próximo partido del expreso austral, club a donde llegó cuando tenía ocho años.
Luego de una exigente sesión de entrenamiento físico-técnico-táctico, “El Guti” así lo llaman al lateral de los rojos, regresa a su casa que está por el parque Iberia, almuerza con su hermano Pedro, que llega del colegio, se toma una siesta y parte al gimnasio, donde por voluntad propia se ejercita. Al retornar a su casa, y luego de cenar junto a sus padres, Patricio e Irene, en su cuarto, Silvio enciende su computador, abre los módulos (libros) y reciba las tareas que los profesores han subido al portal.
El segundo hijo de la familia Gutiérrez-Álvarez quiere se periodista deportivo, actualmente cursa el tercer ciclo de Comunicación Social a distancia y ayer, cuando Diario EL TIEMPO visitó su casa, estuvo por hacer las tareas de historias de la comunicación.
Organización
Para Silvio planificar el día entre deporte y estudios ya no es tarea difícil, pues siempre lo ha hecho desde muy pequeño, pues su afinidad por el fútbol nació a los seis años, cuando por primera vez ingresó a la academia de fútbol de Juan Peralta. Luego, cuando ingresó a la escuela Luis Cordero fue seleccionado de esa institución y a los ocho años Geovanni Mayancela, exjugador del Deportivo Cuenca le llevó al formar parte de las divisiones inferiores del expreso austral. En la “Lucho” fue campeón del interescolar en la categoría sub-12, después, pasó al colegio Técnico Salesiano, desde donde jugó un año en el Tecni Club, pero luego regresó al Cuenca.
En el colegio se graduó en automotriz, y un año después, cuando tenía 19 debutó en el primer equipo de los camisetas coloradas, en un partido disputado en julio del 2012 ante Olmedo. “Jugué todo el partido y el profesor Luis Soler me dijo que he actuado como un jugador experimentado; me felicitó”, dice, quien ese año tuvo como compañeros juveniles a Andrés López y Hamilton Piedra, futbolistas activos.
Estudios
Silvio nunca ha estado alejado de los estudios, pues siempre ha estado inmerso, hasta hace poco estuvo en la universidad estudiando arquitectura, pero se decidió cambiar de carrera y ahora sigue comunicación social a distancia.
Carrera que ha decir del mismo jugador, es afín a lo que a él le gusta y por eso espera terminar para en un futuro ejercer su profesión como periodista deportivo. “Algunas veces me toca llevar los libros y la computadora a las concentraciones del equipo, pues al ser aulas virtuales, uno nunca sabe cuando suben al portal los trabajos”, explica entre risas el jugador.
En lo deportivo, Gutiérrez espera tener mayores oportunidades en el equipo de primera. “Al comienzo del año no fui tomado en cuenta por el cuerpo técnico, pero ahora si, en los últimos partidos siempre he sido considerado en el grupo de 18, y eso motiva, puesto que el profesor ya me considera e ingreso al cambio”, comenta el cuencano de 23 años que sueña con ganarse un puesto en la titularidad y llegar a los 100 partidos con el Cuenca; tiene 82, según sus propias estadísticas.
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Luego de una exigente sesión de entrenamiento físico-técnico-táctico, “El Guti” así lo llaman al lateral de los rojos, regresa a su casa que está por el parque Iberia, almuerza con su hermano Pedro, que llega del colegio, se toma una siesta y parte al gimnasio, donde por voluntad propia se ejercita. Al retornar a su casa, y luego de cenar junto a sus padres, Patricio e Irene, en su cuarto, Silvio enciende su computador, abre los módulos (libros) y reciba las tareas que los profesores han subido al portal.
El segundo hijo de la familia Gutiérrez-Álvarez quiere se periodista deportivo, actualmente cursa el tercer ciclo de Comunicación Social a distancia y ayer, cuando Diario EL TIEMPO visitó su casa, estuvo por hacer las tareas de historias de la comunicación.
Para Silvio planificar el día entre deporte y estudios ya no es tarea difícil, pues siempre lo ha hecho desde muy pequeño, pues su afinidad por el fútbol nació a los seis años, cuando por primera vez ingresó a la academia de fútbol de Juan Peralta. Luego, cuando ingresó a la escuela Luis Cordero fue seleccionado de esa institución y a los ocho años Geovanni Mayancela, exjugador del Deportivo Cuenca le llevó al formar parte de las divisiones inferiores del expreso austral. En la “Lucho” fue campeón del interescolar en la categoría sub-12, después, pasó al colegio Técnico Salesiano, desde donde jugó un año en el Tecni Club, pero luego regresó al Cuenca.
En el colegio se graduó en automotriz, y un año después, cuando tenía 19 debutó en el primer equipo de los camisetas coloradas, en un partido disputado en julio del 2012 ante Olmedo. “Jugué todo el partido y el profesor Luis Soler me dijo que he actuado como un jugador experimentado; me felicitó”, dice, quien ese año tuvo como compañeros juveniles a Andrés López y Hamilton Piedra, futbolistas activos.
Silvio nunca ha estado alejado de los estudios, pues siempre ha estado inmerso, hasta hace poco estuvo en la universidad estudiando arquitectura, pero se decidió cambiar de carrera y ahora sigue comunicación social a distancia.
Carrera que ha decir del mismo jugador, es afín a lo que a él le gusta y por eso espera terminar para en un futuro ejercer su profesión como periodista deportivo. “Algunas veces me toca llevar los libros y la computadora a las concentraciones del equipo, pues al ser aulas virtuales, uno nunca sabe cuando suben al portal los trabajos”, explica entre risas el jugador.
En lo deportivo, Gutiérrez espera tener mayores oportunidades en el equipo de primera. “Al comienzo del año no fui tomado en cuenta por el cuerpo técnico, pero ahora si, en los últimos partidos siempre he sido considerado en el grupo de 18, y eso motiva, puesto que el profesor ya me considera e ingreso al cambio”, comenta el cuencano de 23 años que sueña con ganarse un puesto en la titularidad y llegar a los 100 partidos con el Cuenca; tiene 82, según sus propias estadísticas.
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