Richard Schunke: “Llegar al Deportivo Cuenca fue una gran decisión”

Es de pocas palabras. Prefiere mostrar sus condiciones en el campo de juego. Fiel admirador de Dios, pues es su fortaleza desde que tenía 17 años, edad en la que decidió dedicarse al fútbol, correr atrás de una pelota.
Debutó en el profesionalismo a los 19 años, en la Metropolitana con Almagro, pero su pasión por el deporte más popular del planeta nació a los cinco años, en la escuela San Martín de su natal 25 de mayo, ciudad de la provincia de Misiones, al norte de Argentina.

Pero Schunke, no era defensa, empezó como arquero, luego pasó a ser volante cinco y en algunas ocasiones delantero. Recién a los 17 años, al llegar a Almagro, por uno de sus hermanos, le dijo que se probara de dos, de defensa central. En Almagro ha disputado 150 partidos, pues desde su debut hace seis años siempre ha militado en el club bonaerense; tiene nueve goles registrados.
Sin embargo, a finales del 2016, y cuando se terminaba su contrato con Almagro, la directiva del club Deportivo Cuenca se contacta con él y hoy está defendiendo los colores del expreso austral.

¿Por qué decidió aceptar la propuesta del D. Cuenca ?

Era la gran posibilidad de mi carrera. Mi primera salida internacional. La decisión de venir la tomé yo. Mi representante y mi familia me dieron opiniones, pero yo decidí venir. Fue una gran decisión aceptar venir al Deportivo Cuenca.

¿Cómo se sintió el primer día en el Cuenca?

Al principio un poco ahogado por el clima y los fuertes entrenamientos, pero luego bien. La ciudad es tranquila, hay como caminar.

¿Qué lugares ha visitado hasta ahora?

He estado en el Cajas, el sector de la Tres Cruces es muy lindo. También Turi, donde me lancé en el columpio, caminar por el Centro Histórico, visitar la Catedral y fuera de Cuenca, la playa de Jambelí, en Machala.

¿Y de comidas qué ha probado?

Hasta ahora un pedacito de lechón y las menestras, es similar a un plato brasilero. Allá en Misiones que está cerca de Brasil se come algo parecido. El cuy es una cuenta pendiente. (Sonríe)

¿Cómo es en la interna del Deportivo Cuenca?

Bien. Es un grupo muy unido, tengo afinidad con todos. ¿Richard Schunke es introverdito o calmado?

No soy muy participativo. Soy más callado, no hablo mucho. Tenga una personalidad más tranquila, me divierto más por lo que hacen mis compañeros en el camerino y los entrenamientos.

¿Prefiere estar más concentrado en su trabajo?

Soy calmado. Entreno y juego.

¿Y dentro de la cancha?

Un defensa tiene que ser más ordenado. Uno como central ve todo, me ha costado acoplarme y dirigir la zaga pero junto a Brian (Cucco) nos hemos acomodado. Además un defensa es la penúltima persona que no debe fallar, si nos marcan nos duele mucho. La idea es sacar el arco en cero.

¿Qué hace en sus tiempos libres?

Todos los días entrenamos. Luego regresó al departamento a almorzar y tomarme una siesta. Dos veces a la semana vamos al gimnasio, meriendo y me acuesto a descansar. En algunas ocasiones nos reunimos con Michael (Hoyos), tenemos reuniones cristianas; con Fernando (Regules) también; él es mi pastor.

¿Hace cuánto le conoce al profesor Regules?

Desde hace mucho tiempo atrás. Él es mi pastor y nos llevamos muy bien. Me llevó con su esposa e hijos.

¿Es cristiano?

Sí. Desde los 17 años, cuando me alejé de mis padres. Primero le llevó mi hermano a una iglesia y luego conocí a Fernando (Regules). Es él quien me da los consejos espirituales. Dios me escogió, es por su gracia que nos permite tener una vida diferente.

¿Qué extraña de Argentina?

Lo principal, mi familia y ahora que la distancia es más lejos es más difícil verlos. Antes cuando estuve en Buenos Aires me visitaban más seguido. Pero lo bueno es que con las redes sociales como el Whatsapp se hace un poco más fácil comunicarnos.

¿Acá usted prepara la comida?

Sí. Sobre todo cuando no vengo cansado de los entrenamientos. Caso contrario salgo a comer algo por aquí cerca.

¿Qué sabe preparar?

Apanados o milanesa, arroz, fideos, salsas de carne, de pollo, pollo al horno; muy variado.

¿Practica algún otro deportes?

En Argentina jugaba el es padel. Es como el tenis, pero te apoyas en la pared. Acá con Michael (Hoyos) jugamos bolos. Fui campeón, le gané a el y a su esposa. (Sonríe)

¿Qué música escucha?

Más la música cristiana, como las de Álex Zurdo, Álex Campo...

¿Y bailar?

No. Cero bailes. Lo esquivo siempre. Acá he visto bailar en el camerino a mis compañeros pero nada más. No es lo mío.

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