Mientras los jugadores del Deportivo Cuenca efectuaban sus últimos movimientos en la práctica de ayer, en la tribuna un extranjero de nombre Claudio Dinneno observaba el desempeño de su hijo, Juan Ignacio, el goleador del equipo con 12 tantos.
Luego de la misma, el argentino, quien llegó hace algunos días a visitarlo, descendió para saludarlo y contarle cómo lo observó en la práctica.
“Soy el más crítico. Por lo general, siempre le llamo después de cada partido para explicarle qué hizo bien y en qué tiene que mejorar”, comentó el progenitor del ofensivo austral. Después de un instante, Dinneno -papá-, señaló que Juan Ignacio fue el que mejor patea el balón en su familia.
“Él debutó en un club de barrio, luego en un provincial. Después pasó a Rosario Central y de allí regresa al provincial para luego irse, con 15 años, a Racing Club”, subrayó.
Oriundos de Rosario, provincia de Santa Fe, a 300 kilómetros de Buenos Aires, Claudio señala que todos los fines de semana iban allá a visitarlo. “Es la unión familiar, el apego que se tiene. Aparte de Juan, Martín, mi otro hijo, también practica fútbol. Él es arquero”, manifestó entre risas.
El apellido Dinneno es originario de Italia. “Él tiene el pasaporte comunitario”, comentó el papá, quien es fabricante de muebles de cocina y de hogar. “Mi esposa es farmaceútica, pero Juan no ha salido a ninguno de nosotros”, apuntó. Sobre el futuro de su hijo no quiso apresurarse. “No sabemos qué le depare el futuro a mi hijo, de lo que sé: él está muy a gusto acá, le agrada la ciudad. Pero en el fútbol nada se sabe. Desconozco cuáles son los pormenores del contrato pero sé que él está tranquilo”, finalizó.
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