Llegó en 2016. Jugó 12 partidos ocupando una posición no habitual para él, pero le sirvió para que este año su contrato sea renovado y ahora, luego de un inicio pausado sin tener oportunidades, en los últimos cotejos se ha convertido en el hombre base en la zaga del Deportivo Cuenca.
Roberto Luzarraga, oriundo de Palenque, conocido como ‘Patuquito’, inició su carrera deportiva jugando en su barrio. Luego, en su juventud cuenta que se fue a vivir en Guayaquil, donde jugaba y estudiaba, este último, requisito fundamental para continuar jugando fútbol, caso contrario, sus papás no le dejaban; además, su entrenador apodado ‘Patuco’, también le exigía hacerlo.
Fue seleccionado del colegio Vicente Rocafuerte. Después, desfiló por equipos de segunda categoría y Serie B, en la academia Alfaro Moreno, Ciudadelas del Norte, Deportivo Quevedo, Independiente del Valle, UTC, entre otros clubes, antes de llegar al Azuay.
Para 2015, llegó al Gualaceo, decidió seguir jugando en la Primera B, pues consideró que, si quería tener minutos en cancha y consolidarse, tenía que quedarse en esta serie para intentar despegar, pero nunca pensó que con la camiseta del Jardín azuayo iba a disputar todo el torneo; estuvo fuera de las canchas apenas en dos cotejos de los 44, el primero por expulsión y el segundo por lesión.
Deportivo Cuenca
A inicios del 2016, decidió aceptar su vinculación al Deportivo Cuenca. “En 2015, el profesor Paúl Vélez, me dijo una vez que quería contar con mis servicios en el Cuenca, pero no se concretó, por eso me fui al Gualaceo, ahí me vieron jugar y al siguiente año me contrataron”, manifestó.
A inicios del 2016, comenzó su carrera en el ‘Expreso austral’, considera que fue una buena temporada, pues, pese a no actuar en su puesto habitual (es zaguero central, no marcador), respondió en la cancha para ser considerado en la próxima temporada.
“Creo que actué en 12 cotejos y estuvo en unos 15 en la concentración”, recuerda Luzarraga, mientras dialoga con Diario EL TIEMPO, en su departamento ubicado en la ciudadela Tomebamba.
En este 2017, ‘Patuco’, padre de Kenan Alik, de 11 meses, considera que en lo que va de la temporada sus actuaciones han sido buenas, pues, aparte del trabajo individual, el colectivo ha hecho que el equipo gane y esté en los primeros lugares, luchando por varios objetivos. Este año ya juega de central y dice estar cómodo.
“En el Cuenca estoy muy cómodo, me está dando la oportunidad para crecer, espero quedarme muchos años más para defender estos colores, que los voy haciendo parte de mi”.
Estadía
En 2016, la residencia de Roberto Luzarraga era el Parque Calderón, decidió vivir en el Centro Histórico para acoplarse a la ciudad y conocerla desde adentro. “Vivía en el centro de la ciudad, subía fotos a las redes sociales y mis compañeros del equipo me empezaron a decir ‘gringo’. Siempre salía con las iglesias y edificios”, sonríe.
“Este año decidí alejarme del Centro Histórico y gracias a un amigo me vine acá (ciudadela Tomebamba), él vive en el piso de arriba, somos buenos amigos, con él salimos a pasear”, comenta ‘Patuco’, quien, asimismo, recuerda que en ocasiones y, junto con la familia de Julio Neira, van a Yunguilla a descansar.
Acá vive solo, no es casado, pero tiene un hijo, al que va a visitar en Guayaquil cada que tiene libre. “Si antes era exigente conmigo mismo y cuido mi trabajo, ahora con una responsabilidad más, mis obligaciones de ser profesional son mayores. Trabajaré duro por darle lo mejor al bebé, es mi deber hacerlo felíz”.
Jornada
Para Luzarraga, su jornada inicia a las siete de la mañana: se despierta para hacer el desayuno, luego va al entrenamiento, regresa del mismo almorzando afuera, descansaa unos minutos, ve televisión y sale al gimnasio, por la noche merienda afuera y llega a su casa a descansar.
Su amigo, Rubén Cangá le pasa viendo y se van a los entrenamientos, también salen a dar unas vueltas en sus tiempos libres. Diego Ávila es otro jugador del Deportivo Cuenca con el que comparte momentos fuera de las prácticas.
En los camerinos, Luzarraga enciende su parlante para escuchar música y hacer amena la previa al entrenamiento en el complejo de Patamarca y en el estadio Alejandro Serrano Aguilar. Luzarraga, también es de hacer y contar chistes en el grupo. “En los asados y las comidas le hacemos al goce, mis cachos no son tan buenos, son agrios, pero igual se ríen todos”, cuenta el defensa central de los camisetas coloradas.
DATOS
Partidos
El oriundo de El Palenque disputó 12 partidos en la temporada 2016 con la camisetas del Deportivo Cuenca.
Hijo
Roberto Luzarraga es soltero, pero tiene un hijo llamado Kenan Alik que vive en Guayaquil con su mamá.
Titular
"Patuco" se ha convertido en el hombre de confianza del técnico y ha sido titular en los últimos cotejos.
Roberto Luzarraga, oriundo de Palenque, conocido como ‘Patuquito’, inició su carrera deportiva jugando en su barrio. Luego, en su juventud cuenta que se fue a vivir en Guayaquil, donde jugaba y estudiaba, este último, requisito fundamental para continuar jugando fútbol, caso contrario, sus papás no le dejaban; además, su entrenador apodado ‘Patuco’, también le exigía hacerlo.
Fue seleccionado del colegio Vicente Rocafuerte. Después, desfiló por equipos de segunda categoría y Serie B, en la academia Alfaro Moreno, Ciudadelas del Norte, Deportivo Quevedo, Independiente del Valle, UTC, entre otros clubes, antes de llegar al Azuay.
Para 2015, llegó al Gualaceo, decidió seguir jugando en la Primera B, pues consideró que, si quería tener minutos en cancha y consolidarse, tenía que quedarse en esta serie para intentar despegar, pero nunca pensó que con la camiseta del Jardín azuayo iba a disputar todo el torneo; estuvo fuera de las canchas apenas en dos cotejos de los 44, el primero por expulsión y el segundo por lesión.
A inicios del 2016, decidió aceptar su vinculación al Deportivo Cuenca. “En 2015, el profesor Paúl Vélez, me dijo una vez que quería contar con mis servicios en el Cuenca, pero no se concretó, por eso me fui al Gualaceo, ahí me vieron jugar y al siguiente año me contrataron”, manifestó.
A inicios del 2016, comenzó su carrera en el ‘Expreso austral’, considera que fue una buena temporada, pues, pese a no actuar en su puesto habitual (es zaguero central, no marcador), respondió en la cancha para ser considerado en la próxima temporada.
“Creo que actué en 12 cotejos y estuvo en unos 15 en la concentración”, recuerda Luzarraga, mientras dialoga con Diario EL TIEMPO, en su departamento ubicado en la ciudadela Tomebamba.
En este 2017, ‘Patuco’, padre de Kenan Alik, de 11 meses, considera que en lo que va de la temporada sus actuaciones han sido buenas, pues, aparte del trabajo individual, el colectivo ha hecho que el equipo gane y esté en los primeros lugares, luchando por varios objetivos. Este año ya juega de central y dice estar cómodo.
“En el Cuenca estoy muy cómodo, me está dando la oportunidad para crecer, espero quedarme muchos años más para defender estos colores, que los voy haciendo parte de mi”.
En 2016, la residencia de Roberto Luzarraga era el Parque Calderón, decidió vivir en el Centro Histórico para acoplarse a la ciudad y conocerla desde adentro. “Vivía en el centro de la ciudad, subía fotos a las redes sociales y mis compañeros del equipo me empezaron a decir ‘gringo’. Siempre salía con las iglesias y edificios”, sonríe.
“Este año decidí alejarme del Centro Histórico y gracias a un amigo me vine acá (ciudadela Tomebamba), él vive en el piso de arriba, somos buenos amigos, con él salimos a pasear”, comenta ‘Patuco’, quien, asimismo, recuerda que en ocasiones y, junto con la familia de Julio Neira, van a Yunguilla a descansar.
Acá vive solo, no es casado, pero tiene un hijo, al que va a visitar en Guayaquil cada que tiene libre. “Si antes era exigente conmigo mismo y cuido mi trabajo, ahora con una responsabilidad más, mis obligaciones de ser profesional son mayores. Trabajaré duro por darle lo mejor al bebé, es mi deber hacerlo felíz”.
Para Luzarraga, su jornada inicia a las siete de la mañana: se despierta para hacer el desayuno, luego va al entrenamiento, regresa del mismo almorzando afuera, descansaa unos minutos, ve televisión y sale al gimnasio, por la noche merienda afuera y llega a su casa a descansar.
Su amigo, Rubén Cangá le pasa viendo y se van a los entrenamientos, también salen a dar unas vueltas en sus tiempos libres. Diego Ávila es otro jugador del Deportivo Cuenca con el que comparte momentos fuera de las prácticas.
En los camerinos, Luzarraga enciende su parlante para escuchar música y hacer amena la previa al entrenamiento en el complejo de Patamarca y en el estadio Alejandro Serrano Aguilar. Luzarraga, también es de hacer y contar chistes en el grupo. “En los asados y las comidas le hacemos al goce, mis cachos no son tan buenos, son agrios, pero igual se ríen todos”, cuenta el defensa central de los camisetas coloradas.
El oriundo de El Palenque disputó 12 partidos en la temporada 2016 con la camisetas del Deportivo Cuenca.
Roberto Luzarraga es soltero, pero tiene un hijo llamado Kenan Alik que vive en Guayaquil con su mamá.
"Patuco" se ha convertido en el hombre de confianza del técnico y ha sido titular en los últimos cotejos.
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